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PERDIENDO UN AMIGO...

  • Foto del escritor: Kelly Skeyf
    Kelly Skeyf
  • 24 sept 2021
  • 4 Min. de lectura

¿Alguno de ustedes ha perdido a un amigo o amiga? ¿O soy yo la única que va perdiendo personas por el camino?




Un amigo es alguien con quien puedes ser tu mismo, es esa persona con la cual quieres compartir cada detalle de tu vida, es esa persona a la cual cuando te pasa algo extraordinario es a la primera que le quieres contar lo ocurrido, es de quien te importa su opinión, su día, su estado de ánimo, de salud y hasta lo que come.


En ésta historia ambos tenían una relación extraña la cual llamaremos ``amistad``, ambos iban en rumbos diferentes, pero se decidieron montar al mismo tren porque el destino final no importaba, no tenían idea de cuánto tiempo pasarían juntos, ni en qué momento era la parada correcta para bajarse, solo un día se vieron en el mismo vagón y compartieron asientos frente una bebida caliente.


Compartieron largas horas, largas charlas, largas discusiones, largas distancias, grandes egos, grandes orgullos, grandes momentos, grandes personalidades, compartieron nobleza, mentiras, aprendizaje, verdades, heridas, sarcasmos, chistes, miedos, soledad, oscuridad y luz.


¿Han tenido un amigo con quien quieren vivir una vida hasta el fin de sus días? ¿O un amigo que aunque él camine y tu corras, que aunque él trabaje y tu estés de tiempo libre, que aunque su prioridad sea otra y tu prioridad sea él, que aunque él viva como venga y tu vivas intensamente, aunque él viva tranquilo sin nada que le haga temblar el piso y tu vivas en un terremoto constante...que aun así, así no coincidan tu tratas de entenderlo, de apoyarlo, de estar allí porque simplemente una sola palabra de él alegra tu día?


Él era mi amigo, tenía esa habilidad de frenarme, de hacerme parar de correr para respirar y pensar mejor las cosas, de hecho un día me dijo:


Yo te dejo tranquila sentada en un ladito, como: espérame aquí mientras hago otra cosa y cuando volteo tu ya no estas, estás en otra cosa.

En él coloque todas mis fuerzas, mis ganas, mis luchas, mis errores y mis ganas de aprender, a él le confiaba mi día, mi ubicación, mi rutina, mis malos estados de ánimo, mis pesadillas y mis sueños.


Fue tanta mi admiración y respeto por él, que empecé a quererlo más en mi vida, yo tenía los minutos contados y medidos que deseaba compartir con él, él no media las fechas ni el tiempo, yo iba apresurada siempre para verlo, él no tenia tiempo de verme, yo amaba escribirle testamentos a él no le gustaba leer, yo lloraba cuando sentía que no sincronizábamos nuestros pensamientos, palabras o acciones, él sólo seguía como si nada estuviera pasando.


Pero poco a poco, todo fue mutando, las estaciones del tren eran mas oscuras y solitarias, ya no lo encontraba en la mesa para tomar algo caliente, si no que la mayoría del tiempo lo podía hallar en mi celular, se convirtió en mi apoyo virtual, creo que su rutina se fue complicando más y mi yo apresurada sentía que ya mi momento de bajar del tren iba a llegar, puedo jurar que no me quede con nada, le dije todo, hice todo, mostré todo, escribí todo para que se bajara en mi parada, de mi mano, conmigo.... pero no fue así, jamás iba a ser así, entiendo que hay personas que tienen mejores paradas por hacer.


Lo perdí, y no solo a un amigo, perdí a un confidente, perdí un alma, nos distanciamos o me distancie ya que no llegábamos a acuerdos, ya las diferencias pesaban mucho, la ausencia de él en mi asiento me descontrolaba pero su presencia sentía que también porque nuestras charlas se volvieron discusiones y yo seguía insistiendo que bajara conmigo, que el tiempo es corto muy corto y que hay cosas muy lindas allá afuera, sin embargo como dije, no tuvo tiempo para verme no sé si llegó a conocerme, pero sé que él era un ser genial.


Mi mama siempre dice:


Yo he perdido más en ésta vida.

Pero creo que esa frase que aprendí de ella aplica para lo material, porque cuando pierdes a la persona que quieres, cuando llega tu momento de bajarte y seguir en tu dirección, sientes que has perdido mucho en ésta vida, su duelo ha sido tan fuerte como cuando perdí a otra amiga, sus palabras finales hicieron que el corazón se hiciera cenizas, ¿Han sentido que el pecho se les abre y con las manos le estrujan el corazón así sin anestesia? bueno así fue el dolor que sentí ese día de despedida.


Todos perdemos algo en los viajes: gorras, lentes, dinero y así es éste viaje llamado vida: perdemos casas, perdemos trabajos, perdemos oportunidades, perdemos el valor de los pequeños detalles, perdemos el tiempo, perdemos amigos como él o como yo, pero aunque suene trillado nos quedan detalles, como: la herida que te enseña que alguien importante estuvo allí, nos queda un pedacito de corazón que late, nos quedan las lágrimas que nos enseñan a limpiar el alma en vez de odiar... nos queda el RECUERDO.


PD: No podemos negar que lo intentamos, hemos escrito una linda #historia.


FIN.

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