Los seres humanos somos extraños

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En un mundo donde las emociones bailan al ritmo de la incertidumbre, las personas somos extrañas criaturas, navegando por un mar de sentimientos contradictorios. Un día podemos sentirnos invencibles, llenos de confianza y determinación, y al siguiente, perdidos en la oscuridad de la duda y la inseguridad. Nuestras mentes son laberintos enredados, donde los pensamientos pueden ser tanto nuestros aliados como nuestros enemigos más feroces.

Somos capaces de amar con una intensidad abrumadora y de herir con una frialdad inexplicable. En nuestra búsqueda constante de significado, tropezamos con las paradojas de nuestra propia existencia, tratando de descifrar el enigma de quiénes somos y qué nos impulsa. En última instancia, somos extrañas obras maestras de la naturaleza, cada una única en su complejidad, pero unidas por el vínculo común de nuestra humanidad.

Amamos de manera diferente porque cada uno de nosotros lleva consigo una historia única, marcada por experiencias, relaciones y aprendizajes que moldean nuestra percepción del amor. Nuestras necesidades emocionales, valores y formas de expresión varían enormemente, influenciadas por factores como la crianza, la cultura, las creencias y las experiencias pasadas.

Además, nuestras personalidades y temperamentos juegan un papel crucial en la forma en que experimentamos y expresamos el amor. Algunos pueden expresarlo a través de gestos románticos y palabras afectuosas, mientras que otros prefieren demostrarlo con acciones y apoyo incondicional. En última instancia, el amor es tan diverso como las personas que lo experimentan, y esa diversidad es lo que hace que cada relación sea única y especial.

Nos enamoramos las ilusiones y de las mentiras, de personas que idealizamos y cuando por fin abres los ojos y dejas de quererlos, es justo entonces cuando ellos empiezan a quererte a ti, es increíble como un día puedes mover cielo y tierra por esa persona y luego decirle con mucha calma: Yo te veo con una mirada distinta, con los ojos de un cariño que un día nos unió.

Otras veces, tenemos a una persona que está de forma incondicional para nosotros, que disculpa nuestros errores, que comparte nuestros momentos malos y buenos, que daría todo por ayudarnos, y sencillamente entre tanta historia que hay en nuestros corazones no la queremos ver, no la queremos cerca o quizás nos morimos por otra persona que nos trata diferente, esa.. que no esté disponible para nosotros y que tenga mucho carácter para yo sentirme retado o retada al estar con ella.

Somos extraños, porque ya de adultos podemos tener un mundo de opciones para tener nuestro corazón tranquilo, pero optamos por elecciones que nos rompan el corazón, hemos decidido quedarnos dónde no nos quieren, dónde el estrés es una montaña rusa, dónde la incertidumbre es la rutina y en vez de salir de alli, aprendemos a estar cómodos minuciosamente para no notar nuestros verdaderos deseos.

Es extraño estar viviendo con una persona que no quieres o que quieres pero no admiras, o que no quieres ni admiras pero es la solución que más se adapta a suplir tus necesidades, debe ser extraño querer a varias personas y herirlas a todas, debe ser extraño estar con el amor de tu vida con quién te hace feliz, te entiende y consiente pero aún así sentirse inconforme por dentro, es extraño estar en lugares donde no encajas pero seguirnos quedando allí porque aunque el mundo está lleno de opciones como adultos tenemos mil cosas en qué pensar.

No le damos la oportunidad a la vida de ver su perfección en cada paradoja que nos presenta, aprendemos pero no practicamos, observamos pero no internalizamos, nos adaptamos al lenguaje de los demás, perdiendo así nuestra propia esencia, no pierdo la fé en que lo extraño se convertirá para mí en inigualable, porque entiendo que la vida es un ciclo.

Y sé, que hay personas valientes que si saben tomar riesgos, que saben voltear el planeta para escuchar las palabras del corazón, que si bien, dicen que no se equivoca, la mayoría de las veces nos enseña y da lecciones de humildad y de bondad, hay personas que están donde quieren estar sin herir a los demás, porque su verdad es su norte.

Buda dice que lo que ocurre es la única cosa que pudo haber ocurrido, ni más ni menos, pero a veces me siento a pensar que puede que nos estemos perdiendo un futuro mejor, que entre tantas opciones justo haya elegido la errada, y estoy segura que en el mundo existen muchos caminos, unos largos otros cortos, unos dolorosos y otros tranquilos, pero en la vida hemos de transitar todos para llegar al único destino que nos está esperando al final de todas nuestras elecciones.

#FIN