¿Quién es Angelo Ignazio?
- Kelly Skeyf
- 6 oct 2023
- 6 Min. de lectura
A veces te enamoras de seres que solo existen en tu mente.
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No sé si a todas las mujeres les pasa pero hay ciertos momentos (algunos dicen que es la edad pero creo que no hay edad para eso) dónde se te despierta esa chispa interna (dicen que innata, yo no lo creo ya que hay mujeres que sencillamente NO les nace) llamada las "ganas de ser mamá".
Hace años vivía con una pareja (nada adecuada para este trabajo) sentía que estaba en la edad perfecta tal cual lo había planeado en mi mente hace unos años atrás, sentía que tenía un súper trabajo estable en el cual había llegado al tope, sentí que estaba en control médico y que mi salud iba bien, no había bebés recién nacido en la familia así que podía venir mi bebé a ser un ser querido y atentido por todos.
Un día en el médico le pregunté a mi ginecóloga que si podía tener un bebé con mis condiciones de salud para ese momento, ella me dijo que podía ser por cesárea y que ameritaba un control estricto por mi situación del corazón, pero se le olvidó agregar a su información un pequeño detalle, que las mujeres tienen óvulos ostentosos hasta los 35 años y después de eso y que no servimos para nada, pues en mi mente yo decía que podía parir hasta los 50 si me daba la gana, pues ya había leído varios casos de gente famosa y adinerada que paren luego de los 40, claro está, la mayoría de éstas mujeres tienen dinero para hacerlo bajo controles y tratamientos estrictos.
En eso, empezó mi mente a maquinar: ¿De verdad quiero tener un bebé con este chico? (Él me decía vamos a tener a una niña) yo decía el quiere una niña, ¡Una NIÑA! está loco, las niñas sufren mucho desde que nacen, yo pienso lo siguiente:
Son presas fáciles para los depravados, las tocan, las violan, debes cuidarla 24/7 hasta de sus familiares y allegados porque hay muchos enfermos allá afuera, las niñas juegan a ser mamá (y no quiero que mi hija tenga ese pensamiento de jugar a la cocinita y el bebé) luego se desarrollan, sufren de dolores y cambios hormonales y cuando se desarrollan los chicos las empiezan a ver cómo un juguete sexual, crecen y ellas empiezan a mentirte porque tienen noviecito y si nace como yo, entonces hará cualquiera cosa por un tipo que seguramente no lo enseñaron a valorar a las niñas y la hará sufrir, si usa ropa corta la llamarán puta y si se hace un tatuaje será vaga y maliante, si estudia llegará tarde y estará expuesta a los peligros de la noche al salir de la universidad, y si logra un puesto importante dirán que lo consiguió con operación cama, la pueden embarazar y dejarla sola, y si no es una niña de esas que son siempre elegidas como la primera opción por su físico y belleza despanpanante, entonces se sentirá acomplejada por su físico, por su peso, por sus rasgos y hasta por su color.
Un día, estaba tomando un medicamento que me hizo segregar leche por mis senos, sumado a eso yo estaba muy subida de peso, por mi inseguridad y la vida que llevaba con mi pareja, en eso mi pareja al notar esto, decía emocionado: "¡Estás embarazada! Seguro que si, vamos a tener una niña morenita como tú", hasta su mamá se emocionó y dijo: No nos vamos a adelantar, ve al médico a ver qué te dicen, yo en mis adentros sabía que no estaba embarazada, pues aunque estaba sobre la mesa la opción de tener un bebé, yo estaba segura que él no era la persona indicada.
A todas estas, él no sabía y creo que nunca supo, que sí, efectivamente yo quería ser mamá, pero de un niño, que se llamaría Angelo, y también sabía que su violencia psicológica y su manera de ser no era la adecuada ni para ser pareja y menos para ser papá (al menos eso pensaba yo en aquel momento, ahora él es papá de 3 niñas, supongo que sin pensarlo tanto es un excelente padre) él no sabía que cada vez que yo me despertaba pensando en el rostro de mi bebé que sería blanquito con los ojos claros y cachetes rosados, él y yo discutíamos o me hacía sentir mal y entonces yo recalculaba mis pensamientos y salía corriendo a tomarme una post day.
En mi ignorancia, supongo que hoy en día todas esas pastillas tienen algún efecto en mi organismo a largo plazo (o ya en este plazo), nunca más he querido arriesgarme a saber si de verdad quiero un bebé, no he comprobado ni siquiera si soy fértil o no, nunca me he colocado en esa situación de intentarlo verdaderamente, no sé si el embarazo ocurre al primer intento o si las parejas lo intentan varias veces hasta que ocurre el milagro y creo que a mí edad no lo quiero comprobar, quizás porque no conseguí a la persona adecuada para hacer la tarea entre 2.
Angelo Ignazio, es ese niño que se quedó en mis adentros porque no me siento capaz de ser la mejor mamá y porque siento que soy tan responsable y entregada que me desviviria por ese ser que a los 18 años me diría: Ya soy adulto y puedo hacer lo que quiera y que a los 25 se iría de casa a vivir o a trabajar en otro país y yo quizás no lo soportaría, sumándole a eso, mi incapacidad para conseguir una buena pareja y más difícil la tarea de conseguir un buen papá que esté siempre allí para los dos, para el bebé 24/7 y para mí que requiero atención cada segundo que pasa.
AI (Angelo Ignazio, si con Z al estilo italiano) sería ese niño que yo hubiera criado con la premisa de ser ese príncipe azul con que toda niña sueña, hermoso por fuera pero más hermoso por dentro, noble muy noble y amable, que sepa valorar a las mujeres, le hubiera enseñado a respetar a todos los seres vivos desde las plantas hasta los adultos mayores, sería ese niño servicial que siempre tuviera algo bonito que hacer, ayudar, salir a acampar o inventar algo que aporte a la humanidad, él hubiera sido ese niño amable que desde pequeño sabe decir: Gracias y buenos días!, ese niño que no le daría pena expresar sus sentimientos y defendería de forma razonable sus ideas, ese niño que sería transparente con su forma de ser y siempre estaría dispuesto a aprender cosas nuevas, ese niño que aporte humanidad a su entorno y que sea la excepción del común denominador de los hombres de hoy en día, lo hubiera criado tan empático como una mujer y tan fuerte como un hombre, muy caballero, creativo y con valores, con una luz radiante que se note desde su forma de vestir hasta su manera de ser...
Pero como no lo tuve y lo pensé muchas veces, así tan idealizado como lo describí en el párrafo anterior, también me lo imaginaba aplicándole protector solar en nuestros viajes a la playa porque seguramente sería muy blanquito, también lo pensé sin dientes de leche, cuando empiezan a crecer y se ponen flacos, lo pensé contándome que una niña le gusta y yo enseñándole a ser sincero y a ser exclusivo con quién sea que esté, sin embargo está también el otro lado de la moneda y me preguntaba: ¿Y si mi hijo no es feliz? ¿Y si me pelea porqué no tiene papá? (Pensé en inseminación o en la posibilidad de que alguna de mis parejas me deje luego de saber que estoy embarazada) ¿Y si mi hijo es ese tipo narcisista y mal educado que tanto odio? ...
Luego pienso... mis óvulos ya no están para eso, así que me quedé con la idea de que: El mundo nunca ha sido ideal para traer bebés al mundo, a veces tenemos todas las condiciones monetarias (El carro, para que no te digan en el transporte público: un asiento para la señora embarazada y La empresa, para que cada vez que te sientas mal por el embarazo tu puedas faltar cuántas veces te de la gana) y aún así el ser humano sufre, a veces no tenemos las condiciones ni mentales, ni monetarias ni personales para tener un bebé y aún así los traemos al mundo, ¿A sufrir? No lo sé, supongo que es parte de la experiencia de vivir, cómo dicen por ahí en el camino se va aprendiendo, sin embargo mantengo mi pensamiento de que un bebé no es un accesorio o un retenedor de hombres, más bien es un proyecto importante y de mucha responsabilidad el cual es para toda la vida y no hay formas de renunciar o huir a ser mamá.
Angelo, es de mis proyectos más importantes y de los cuales siento que día a día me preparo para ser un mejor ser humano ya que requiere toda mi atención y tiempo, y para eso debe existir un equilibrio donde una no se olvide ni se descuide cómo mujer y ser humano que también requiere cuidado y atención (el tiempo dedicado a mí es mi prioridad hoy) y dónde pueda estar atenta y dedicada a cada paso que da ese nuevo ser humano que es una hoja en blanco y que va aprendiendo de todo lo que ve en ti.
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