De la PACIENCIA a la resignación.

Algunos esperan 9 meses para ver a sus hijos, otros esperan 5 años para graduarse, otros esperan 10 años para casarse, otros esperan volver a ver a un ser querido y otros esperan compartir momentos de calidad con la persona que aman.

En mi caso siento que he esperado tanto, pero tanto, tanto que soy como ese elefante que le quitan la cadena de la pata y aún así se queda allí estático sin moverse creyendo que aún no es libre.

Me decía a mi misma: "Estás en un país donde las cosas se dan len-ta-men-te, debes llenarte de paciencia", sin embargo, seguía siendo tan hiperactiva que no me quedaba quieta, agarré todo trabajo que me salía, si no me gustaba lo dejaba, busqué medios para conocer gente, subí, bajé, salí, entré, me caí, me levanté, inventé, fallé volví a inventar, la cagué, corrí y jamás llegué y hasta hace un año puedo decir que he bajado el ritmo a menos cero porque me cansé de "hacer".

Luego de un tiempo, me dí cuenta que Dios me dió esa paciencia que yo pensaba tenía un límite pero que al parecer se ha vuelto infinita, porque el universo sabía que yo iba a trabajar con clientes que creen eres su sirviente y son mal educados, sabía que iba a elegir a personas que vieran en mi paciencia una debilidad para hacer conmigo lo que quieran y yo.... Yo le dije al universo: Estoy tan cansada de lo mismo, que me voy a sentar a ver cómo la gente se aprovecha de mi PACIENCIA.

Jamás! Me había sentido tan conformista como hoy, llegué a un punto dónde trato de ser otra persona, trato de no pararle a las cosas que me quitan mi paz, pero a la vez voy detrás de esas situaciones que me dañan, me he resignado a no conseguir lo que quiero y lo que es peor a no luchar por ello, a no creer en lo que soy y lo que merezco, ya no me motiva nada, las cosas aquí perdieron su color, su olor, su sabor ... Su magia.

Me he vuelto un ser incoherente (y crítico a quien lo es) me he vuelto un ser que ya no expresa sus sentimientos (y juzgo al que no me los cuenta) lo que no quiero es detrás de lo que salgo corriendo: No quiero más llamadas, voy y aceptó los trabajos de call, no quiero más mentiras en mi vida, voy y miento, no quiero ser un ser frío y sin empatía, voy y solo observo.

Me he quedado con lo que no soy, porque no tengo con quien ser, me entregué a la idea de qué como él no se se queda, nadie más se quedará, me repito todos los días no sólo lo que quiero si no lo que me merezco, escuché por allí que todos nos merecemos ser felices y está bien que busquemos la felicidad.

De tanta paciencia, ví cómo alguien se salía de mi corazón poquito a poquito y de tanto intentar apretarlo dentro de mí, me cansé y me tocó ver cómo se iba lentamente, de vez en cuando, daba un paso atrás para ilusionarme pero luego seguía hacia adelante, él sabía muy bien hacia donde corría... Yo mientras tanto me sabía el camino de memoria, sabía lo que pasaría y sabía cómo regresar a mi, lo que no he aprendido aún es como quedarme! Porque de tanta paciencia ya me resigné a irme siempre de los lugares donde no me quieren.

Siento que siempre me he alejado de la gente deshonesta y hoy por hoy soy deshonesta conmigo misma, buscando situaciones y personas que no están en mi misma sintonía pero aún así creyendo que los puedo cambiar, esperando algo "más" de ellos que no tienen para dar.

Mi grito interior es: No te conformes, a veces corremos tanto y damos todo en el camino (MUCHAS VECES CORREMOS LA MISMA PISTA UNAS 100 VECES)... Pero no llegamos, hay NO lugares como Colombia que están hechos para no quedarse sólo para ir de paso, así también hay personas que son NO lugares, como los aeropuertos, solo puedes estar con ellos un ratito, de paso... Y a todos ellos y a este país y a mis trabajos y a mis errores: GRACIAS no sabía que tenía tanta paciencia para las cosas... Quizás no he ganado nada, quizás me sienta resignada pero a lo mejor solo estoy tomando un descanso... La paciencia tiene un límite.

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#FIN #Paciencia #Escrito #Hygge