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Buscando historias en Caracas. (Ep.1)

  • Foto del escritor: Kelly Skeyf
    Kelly Skeyf
  • 27 ene 2023
  • 5 Min. de lectura



Llegas a tu país y aunque no es una cosa de otro mundo te sientes en un mundo diferente.

No todo lo puedo resumir en 2 minutos, ni siquiera en fotos o videos, me fui buscando historias para mí blog y encontré un mar de Esperanza.


Apenas entras a Venezuela (cualquier ciudad por dónde llegues si vas por tierra) sientes como que estamos en el año 1990, las fachadas de las casas en su mayoría están deterioradas, los letreros y avisos de negocios se ven desgastados, las calles agrietadas, los vehículos un poco antiguos, el clima de verdad puedo asegurar que es el mejor clima del Caribe, no hace frio pero tampoco calor, Caracas sigue dando de qué hablar y su gente.... Su gente ya no se ve como hace 5 años.


Al llegar a Táchira deseo comprar un agua y me dicen que cuesta: 17 bolívares, un dólar o 3 mil pesos. Alguien dijo que esa marca de agua era de Colombia y que era más económica allí, a lo que el señor de la tienda respondió: Si la quieres más barata comprala en Colombia, no es lo mismo colocar ésta agua allá que colocarla en Venezuela. Y allí empezó mi desorden de cultura económica venezolana.


Venezuela se arregló? No, no se arregló, no necesita ser el mejor país del mundo para gustar a todos, en realidad lo que Venezuela necesita es más gente buena, si bien el país está "clandestinamente" dolarisado, y digo clandestino porque el sueldo básico, el pasaje, los servicios de primera necesidad, los bonos y pensiones aún son pagaderos en bolívares soberanos, adicional los negocios "tienen prohibido" vender en dólares pero todos venden y cobran en dólares, pero como desde hace tiempo Venezuela es un país ilógico, los comerciantes de productos y servicios en vista de la prohibición del signo "$" dólar en sus ventas se ingeniaron colocar la palabra "Ref" para especificar el valor de los productos en moneda dólar, no sé a quien se le ocurrió la idea de que con ese cambio nadie sabría que hacen referencia al precio en dólar y que el gobierno no se daría cuenta de que no están acatando las "normas".


Cuando llegué a Venezuela el valor de un dólar equivalía a 16.30 bolívares soberanos y todos los negocios, ya sea una multi tienda o un vendedor de cigarros en una esquina, tienen un papel donde anotan e informan la tasa diaria del BCV del día ya que cambia (aumenta) a diario, en solo 4 semanas de estadía en el país la tasa se ubicó en 20.50 y así la dejé, supongo que seguirá subiendo, creo haber escuchado que es el primer país que devalúa hasta el dólar.


Pero en fin, aparte de esto tan loco que no entendí, porque llegas con un billete de 20 dólares y con todas las ganas de comprarte algo y te dicen: no hay cambio, no tengo como darte vuelto, o te dicen te doy 5 dólares y lo demás en bolívares a una tasa inferior de la oficial, o debes pagar por pago móvil o te devuelven por pago móvil o sencillamente no te reciben los billetes porque están rotos, arrugados o deteriorados... Empiezas a ver que el venezolano se volvió como inmune a todo esto.


Es decir, es como si el venezolano que se quedó dentro del país, se adaptó tanto a todos estos cambios locos que es como si ya no le afectará, (ojo obviamente los afecta pero los sentí como más expertos o algo así) se les hace fácil la conversión de la moneda, saben cuánto es en bolívares o viceversa el valor de las cosas sin calculadora, tienen todos los medios para pagar, siguen trabajando con un impetu y una actitud admirable👍 y hacia allá quiero ir.


Desde que llegué no dejé de sorprenderme (cuando me fui, me fui porque había mucha gente mal viviente azotando a los otros venezolanos) de que todos o en su gran gran mayoría, todos sin conocerte te dan los buenos días! Te sonríen! Te dicen: mi amor qué necesitas o qué quieres!? Te cuentan su vida en un minuto (eso sí con mucha carisma y haciendo chistes de lo bueno lo bonito y lo feo) y en cualquier establecimiento te hablan como si fueran amigos de toda la vida.


Cada persona que me daba los buenos días, las gracias o un sencillo disculpa! Me llenaba de energía, cuando hacia fila para pagar algo no faltó quien me hiciera la charla, se rien con uno y te sacan una sonrisa de alguna anécdota que contar, una señora me dijo: Yo estoy metiendo y metiendo en el carrito y no sé si me alcanza para pagar, pero bueno cuando llegue a la caja empezaré a sacar y sacar y sacar. La manicurista que me atendió me contó que tenía dos hijos y que ella estuvo en Perú pero que se devolvió a Venezuela, el señor peluquero me contó que había trabajado para las Misses, un cliente me dio una cátedra del significado de la palabra México lo cual significa un lugar en el centro de la luna y adicional me dijo que yo era muy empática, una niña se le acercó a mi mamá y le dijo: tienes una linda sonrisa... Y siento que todos somos genuinamente admirables.


La felicidad no estaba completa sientes el país un poco (hablo por mi) más seguro, pero te da miedo montarte en transporte público, las calles a partir de las 6.30pm. o 7.00pm se quedan solas y a oscuras, el transporte trabaja hasta cierta hora y me quedé esperando que los comercios se activarán al 100% porque era 15 de enero y aún habían muchos locales o comercios cerrados, el internet no es el mejor, las líneas telefónicas tienen números cambiados con el de algún vecino y algún vecino tiene tu número telefónico, el agua solo 2 veces la vi salir de la ducha del resto tobitos de agua.


Eso de que en tal país es mejor la comida o que hay gurus gastronómicos, es mentira, la comida es rica dónde sus sabores te traen recuerdos, aromas, texturas e historias de tu niñez, juventud o tu vida de grande, la comida de Venezuela para mí fue una explosión!! De sabores en mi cerebro !! que no se imaginan: cachapas, la malta, los quesos, el diablito, la chicha, tequeños y hasta golfeados, fue para mí un plus para no querer irme de allá.


La gente gasta, sigue gastando, esa frase de que en Venezuela todo da, parece ser cierto, no entiendo cómo ni cuánto ni por qué!? Pero el dinero circula, vi aglomeración de personas en un heladería por días seguidos, centros comerciales llenos y restaurantes con gran afluencia de gente, sin contar que la mujer venezolana sigue arreglándose de una manera que las peluquerías estaban muy movidas cada vez que las veía (Me vine con la idea de que la mujer venezolana es arrecha)


Tampoco sé cómo logran ser "personas alegres" en un país que ha cambiado tanto y que nos han golpeado tanto, en todos lados siempre hay una música, una reunión, una bulla, un "chalequeo" ( chistes, bromas, alegría) siempre tienen tiempo para brindarte o para brindar, salen así sea a un parque a comer pan con salchichas pero van felices, en familia o con amigos, si algo sale mal tienen el chiste perfecto y si algo sale bien celebran con sus allegados, seguimos echando pa' lante con una sonrisa en la cara, muchos no hemos dejado los buenos modales y somos panas de todo el mundo.


 
 
 

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