2023: Un año para envejecer

Es difícil aceptar que nuestros padres están creciendo y que nosotros debemos crecer también.

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Pasa que la familia se convierte en algo intocable y muy valorado por ti, pasa que te das cuenta que empiezas a crecer y tu cuerpo ya no es el mismo y entonces entiendes cómo se sienten tus padres, pasa que lo que antes no te importaba ahora te preocupa, como: los pagos de la luz, las fiestas familiares y hasta la salud de tus tíos.

Creo que llega un momento de la vida donde algo dentro de ti cambia, no sé que es, porque si supiera te lo diría, pero es como un momento Zen en el que entiendes que ya la has cagado tanto y que esas cagadas te han llevado a salpicar a tanta gente querida por ti (si es que quieres a alguien) o gente que te quiere (porque eres su hija o hijo, pareja o hermanos) que dices cómo: Bueno! Me retiro de las situaciones en las que he actuado sin sentido para irme detrás de situaciones de valor, que me sumen de aquí en adelante.

Es como si te cansaras de hacer estupideces o como si ya hubieras aprendido un poquito de todas esas situaciones y entonces empiezas a querer hacer las cosas un poco mejor (Perfectas no, porque la perfección no existe y no depende solo de nosotros) pero si tratar de llevar una vida más calmada, con la pareja que elegimos, con los hijos que tenemos, con los padres que aún tenemos con vida (gracias a Dios o a la vida) y en general con nosotros mismos.

Un día leí una frase que decía:

Encárgate de crear momentos buenos, porque los momentos malos se crean solos.

Y me hizo reflexionar sobre el hecho de que si tenemos una familia debemos hacer todo lo posible por cuidarla, si tenemos hijos hacer todo lo posible por criarlos bien, si elegimos una pareja hacer todo lo posible por no herirla... Y si no queremos tener nada de esto porque nos gusta vivir sin reglas, sin ataduras, sin compromisos y responsabilidades entonces debemos tomar decisiones drásticas que cómo todo tienen consecuencias a corto, mediano y largo plazo.

Considero que es importante saber a cualquier edad qué quieres y si no lo tienes claro, retirate y en tu soledad piensa y analiza lo que deseas, de tal manera que no vayas de inseguro o de insegura por la vida dañando a los demás. Creo firmemente en qué una de las cosas más difíciles es dejar a quienes amamos o dejar aquello en lo que nos sentimos cómodos pero es más rudo aún dañar a quienes nos quedamos atados por obligación o dañar a nuestros padres una y otra vez... Aún sabiendo que lo hacemos sin querer.

A este año 2023 sácale una cana más, una cana de experiencia, de esas experiencias que has repetido tantas veces (por no aprender la lección), aprendiendo que si no estamos a gusto con lo que tenemos entonces hagamos las cosas mejor, esfuérzate por vivir una vida "llena de bondad" con tus hijos, con tus padres, dónde tú cama sea la tranquilidad, de que aunque no tienes dinero regalas los más valioso: tiempo, verdad, sinceridad y cariño.

Aprovecha este año para sentarte a pensar en todos los golpes que nos dió la vida, ya sea por karma o por consecuencia de nuestras acciones y una vez recapitulada tu vida, toma acción en lo que verdaderamente es importante TU FAMILIA (Tu familia puede ser desde un perro hasta una amiga, tu decides quienes son tu círculo de valor) y entonces pon un stop a las cosas que tú sabes que no están bien para crear cosas que salgan medianamente bien.

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#2023